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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Charlotte Holmes, una estadounidense de 69 años, relató su experiencia cercana a la muerte en 2024, afirmando haber visto el Cielo y el Infierno durante los 11 minutos en que estuvo clínicamente muerta. Tras un paro cardíaco en un hospital de Springfield, afirmó haber visto su cuerpo desde arriba, encontrarse con seres queridos y experimentar la presencia de Dios en el Cielo. Sin embargo, también describió el infierno como un lugar de terror con gritos y olor a carne podrida.

La estadounidense Charlotte Holmes (69) documentó en 2024 una nueva experiencia cercana a la muerte, asegurando que pudo ver el Cielo e Infierno mientras estuvo muerta, clínicamente, por 11 minutos.

Holmes habló hace un año con el sitio The 700 Club, donde aseguró que, a fines de 2019, acudió hasta el Cox South Hospital en Springfield para un examen en el corazón.

De acuerdo a lo que replicó Mirror, en ese entonces su presión arterial se elevó a cifras extremas, por lo que sufrió un paro cardíaco. De esta forma, los médicos estuvieron más de 10 minutos reanimándola.

El caso de Charlotte Holmes

La mujer sostuvo que fue en ese lapso de tiempo cuando habría tenido esta experiencia en el ‘más allá’, asegurando que “vio su cuerpo desde la altura, divisó a seres queridos y conoció a dios”.

“Pude verlos, a todas las enfermeras alrededor, pude oler las flores más hermosas que jamás haya olido y luego oí música. Cuando abrí los ojos, supe dónde estaba. Sabía que estaba en el cielo”, indicó en ese entonces.

“Pude ver los árboles, pude ver el césped y todo se mecía con la música porque todo en el cielo adora a Dios”, añadió.

“No puedo expresarles cómo era el cielo, porque es muchísimo más allá de lo que podemos imaginar, un millón de veces más. No hay miedo. Es como una alegría pura cuando los ángeles toman el control; no hay miedo cuando regresas a casa. Fue muy fuerte para mí”, siguió.

Pero, de acuerdo a Charlotte Holmes, no todo fue alegría en aquel supuesto viaje, ya que también divisó lo que habría sido el infierno.

“Dios me llevó al infierno. Miré hacia abajo y el olor a carne podrida, y gritos. Después de ver la belleza del cielo, el contraste con ver el infierno es casi insoportable”, expresó.

Desde el punto de vista científico, hay varios expertos que han estudiado cuáles son las reacciones orgánicas cuando las personas mueren. Una de ellas ha sido la neurocientífica Jimo Borjigin.

Uno de sus experimentos más importantes data de 2013, cuando analizó los cerebros de dos ratones al momento de fallecer. Sus conclusiones las narró a la BBC.

Los estudios le permitieron descubrir una intensa actividad de neurotransmisores, luego que los corazones de los roedores dejaran de latir, y sus cerebros no recibieran más oxígeno.

“La serotonina aumentó 60 veces; la dopamina, que es una sustancia química que te hace sentir bien, se incrementó de 40 a 60 veces; la noradrenalina, que te pone muy alerta, también ascendió”, señaló Borjigin, añadiendo que esos altos niveles no se observan cuando el animal estaba vivo.

Luego en 2015 volvió a probarlo. Junto a un equipo demostró que ese órgano vital del cuerpo desarrollaba una intensa actividad cuando las ratas estaban agonizando. “El cerebro estaba en un estado hiperactivo”, aseguró.