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"Más de 80 mil espectadores han visto en salas 'Denominación de Origen', el último éxito de taquilla del cine chileno en 2025. Dirigida por Tomás Alzamora, la película destaca por reivindicar las longanizas de San Carlos frente a Chillán, y ha conquistado premios y elogios en festivales. Actores como Luisa Barrientos y DJ Fuego comparten cómo la cinta ha impactado en la sociedad, destacando su naturalidad y mensaje de unidad.
Más de 80 mil espectadores han visto en salas “Denominación de Origen”, el último éxito de taquilla del cine chileno. Con prácticamente la mitad del año a cuesta, el largometraje destaca por lejos como el título nacional más visto de 2025, y poco a poco empieza a encumbrarse en algunos de los récords históricos del audiovisual local.
Dirigida por Tomás Alzamora (“La mentirita blanca”), la película se centra en cuatro habitantes de San Carlos que buscan reivindicar las longanizas de la comuna, relegadas desde siempre a un segundo plano a causa de su gigante vecino competidor: Chillán.
La trama entra en la orgánica del Movimiento Social por la Longaniza de San Carlos (MSPLSC), entidad fundada por los cuatro protagonistas de la historia: Luisa, una dirigente social; el Tío Lelo, un campesino local; el abogado Juan Peñailillo y DJ Fuego.
Si bien el filme ha sido adscrito al género del “falso documental”, lo cierto es que la definición es injusta e imprecisa: es tanto el respeto que “Denominación de Origen” mantiene con sus espectadores, que en ningún momento los induce a someterse a los códigos del formato, y tampoco a creer en la inverosimilitud de lo exhibido. Todos, desde un inicio, sabemos que estamos ante el espectáculo del cine, con sus ilusiones y sus costuras, pero sobre todo con sus costuras.
“Ha sido muy bonito, es una película que todo el mundo ama. Ha llegado a mucha gente, se han sentido identificados, con los personajes y con la historia. Hemos recorrido Santiago, Concepción, Chillán, los cines, y cada vez la gente reacciona igual. Todos quieren verla”, reflexiona en diálogo con BioBioChile Roberto Betancourt o DJ Fuego, funcionario municipal y hoy actor de cine gracias al hit de Tomás Alzamora.
Desde su entrañable Valparaíso, donde actualmente reside, Luisa Barrientos complementa la idea del también músico ranchero: “Desde que llegó la película al cine, todo ha sido bien ajetreado, porque una sigue trabajando y me he dado el tiempo de ir a todas las funciones que puedo, a saludar. Aquí, en Valparaíso, como la gente me conoce, no han dimensionado lo que ha pasado con la película. Pero en ciudades como Santiago, Concepción y otros lados, ha sido maravilloso, desde que comenzó todo”.
Según Luisa, “la película tuvo impacto porque es el reflejo de cómo estamos como sociedad; cómo está el individualismo acechando en nuestros hogares, en nuestras instituciones. Es un aprendizaje para nuestros jóvenes, en realidad. Esta película es como ‘Papelucho’: todos deberían verla, porque se trata de unir a las personas”, acota.
“La película trata sobre decirles a las personas que siempre un trabajo tiene que ser colaborativo para que pueda surgir y salir adelante. Para mí, ha sido maravilloso poder representar lo que son las dirigencias sociales, porque en todos lados hay dirigencias sociales. Mucha gente me ha llamado felicitándonos por eso, porque en realidad es tan real, se ve tan real lo que es el movimiento MSPLSC, que al final todas las comunidades tienen una Luisa, todos tienen un DJ Fuego, y en todos lados hay un Tío Lelo y un abogado, que nos ayuda haciendo los proyectos”, añade.
“Denominación de Origen”: “Hay tantos pueblos invisibilizados, tanta población en Chile invisibilizada, que creo que eso también tuvo que ver en el éxito de la película”
Tras su debut en el último Festival de Cine de Valdivia, donde recibió un Premio del Público y una Mención Especial del jurado, “Denominación de Origen” no sólo ha cosechado tickets y taquilla, sino también galardones y elogios. En el pasado Festival de Cine Chileno (FECICH), el filme triunfó como Mejor Película, Mejor Actuación (Luisa Barrientos) y obtuvo el Premio de la Prensa.
“Este es el condimento que le hacía falta al cine chileno, que sea más espontáneo. Que si nosotros nos equivocamos, se pueda ver en pantalla. Porque todas las personas se equivocan, porque la imperfección es parte de la perfección y yo creo que eso hace que la película sea una película genuina.: que sea única”, acota Luisa.
DJ Fuego también propone una teoría: “Tiene un guion natural. En las grabaciones, uno le ponía de su cosecha también. Yo fui yo en la película: con mis tazones, con mi grupo, conmigo cantando. La Luisa como dirigenta, el Tío Lelo en el campo, el abogado como abogado. Tiene mucha naturalidad, porque no éramos personajes ficticios: éramos personas reales en la película”.

(P): Llama la atención que comunidades ajenas a San Carlos, al tema de la película y al cine chileno en sí, hayan conectado visceralmente con esta historia no tanto desde el humor, sino desde la reivindicación que impulsan los personajes. ¿Por qué creen que ocurrió esto?
(LB): Es que no está hecha en Santiago: la sacamos del centralismo. Acá estamos en un pueblo, y eso es bueno porque siempre todo se hace en Santiago. Entonces, eso quiere decir que de cualquier lado nosotros podemos sacar una historia buena, una historia bonita y una historia que realmente llegue al corazón de la gente, ¿me entiendes? Hay tantos pueblos invisibilizados, tanta población en Chile invisibilizada, que creo que eso también tuvo que ver en el éxito de la película.
Esto es un premio para la Región de Nuble, en realidad, porque si bien la película se hizo con el conflicto entre San Carlos y Chillán, tal como se dice en la película esta pelea no es contra Chillán, es contra nosotros mismos, porque nos cuesta mucho ponernos de acuerdo como país.
(P): ¿Se sienten hoy estrellas de cine? ¿Les gustaría seguir trabajando en esta u otra industria del espectáculo?
(Luisa): Por mi parte, ha sido todo normal. Pero sí me dan ganas, por el buen desplante que tengo con la gente, de hacer stand up comedy, o hacer un monólogo y contar cómo llegué a la longa y otros temas. Me gustaría dedicarme a la TV. Sería bonito que la TV nos diera esa posibilidad. Pero como digo siempre: nosotros acá no somos los protagonistas. La protagonista es la longaniza que nosotros impulsamos. Y San Carlos y su gente. Me gustaría hacer un monólogo para poner temas sobre la mesa, sin tanto garabato, y reírnos del día.
(DJ): A mí siempre me han gustado las cámaras. Fui extra en “La mentirita blanca”, de Tomás Alzamora. Mi sueño han sido las cámaras, estar en TV, en matinales, y mostrar lo que uno tiene, porque uno tiene mucho escondido todavía. Hay mucho escondido de lo que uno le puede dar a la gente. Y eso lo sé, porque la gente lo pasa bien conmigo, con nosotros.

(P): Luisa, has dicho antes que no te identificas con la palabra transgénero, sino como el vocablo travesti, porque se relaciona mucho más con tu historia. Explícanos esa digresión.
(L): Yo nací en el 76, igual en un barrio pobre de acá de Valparaíso, y ahí la palabra no era transgénero: era travesti. Hay gente de la sigla LGBTQ que es de bajos recursos, y he visto muchos casos de travestis que se han inyectado silicona líquida, o parafina por lo mismo. Eso es la desesperación de no querer el cuerpo de una. Y si una sin querer puede ser un referente para ellas, lo voy a hacer.
Yo todavía soy pobre, tengo disforia y gracias a Dios no he tenido eso en la mente de inyectarme cosas. En realidad, (los travestis) somos pobres, el gobierno no nos ampara. La salud cada vez nos quita más beneficios. Ahora a las familias de adolescentes lea quitaron los servicios de psicología para sus papás, que es algo muy importante, porque nosotros no elegimos ser así. Es sumamente importante que nuestra gente, que tiene más bajos recursos, tenga también la misma oportunidad que tiene la gente que sí tiene esos recursos y se atiende particularmente. Yo me tuve que cambiar de vieja el nombre, el año 2022, por lo mismo: porque mi mamá me decía que me iban a agarrar mucho para el leseo. Según ella, así me protegía.
(P): “Denominación de Origen” es, quizás, la primera película del cine chileno donde la identidad de género de una protagonista trans no es un tema ni central ni secundario en la trama. ¿Qué te pareció eso?
(L): Le agradezco a Tomás Alzamora que haya puesto a una dirigente social, y que no haya victimizado el papel de travesti ni de transexual, porque él también pudo haberle sacado un poco de provecho y haberlo victimizado, pero en ningún momento se puso la sigla LGBTQ, o ‘La Luchita travesti’ o ‘La Luchita transexual’. Como dijo Juan Gabriel: “Lo que se ve, no se pregunta”.
Si yo puedo servir para poder dar un punto de vista y ponerlo en la palestra, en el debate de nuestra sociedad, lo voy a hacer, porque en realidad ese es mi sentir de vida. Yo vine aquí a dejar alguna huella. Y si esta película me sirve para visibilizar a las transgénero, a las travestis, a los gays, a las lesbianas, a los bisexuales, a los no binarios, yo lo voy a hacer. Porque en realidad todo está en decadencia, pero sólo para la gente pobre.